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Cuantificación del daño: cómo calcularla con una legal tech En este post te contamos qué es la cuantificación de daños y por qué existen fórmulas para simplificar la tarea.  ¡No te pierdas este artículo!

¿Cómo hacer la cuantificación del daño de una indemnización?

No te pierdas este artículo y resolvé, de una vez y para siempre, los dolores de cabeza que la cuantificación de daños le puede provocar a la gestión de tu estudio jurídico

El trabajo para cuantificar el daño de una indemnización es complejo y ha generado un intenso debate entre investigadores, abogados y jueces, lo que obligó a los profesionales a salir de los límites del Derecho para ingresar en el mundo de las fórmulas matemáticas.

La razón principal: reducir el nivel de arbitrariedad de ciertas sentencias, por severas diferencias en el monto a resarcir entre las distintas instancias del proceso judicial.

En los últimos años, con el respaldo del Código Civil y Comercial de la Nación, se ha implementado el uso de las fórmulas de cuantificación del daño. 

¿Cuál es el tipo de daño que debemos cuantificar?

El análisis del daño conlleva, intelectualmente, dos desafíos:

  1. Verificar la existencia de una lesión a un bien jurídicamente tutelado, sufrida por una persona;
  2. Medir los efectos dañosos que el hecho generó para determinar, con la mayor precisión posible, su reparación. 

Entonces, antes de pasar a las fórmulas, mejor repasemos los distintos rubros indemnizatorios que los abogados deben conocer y trabajar. El Código Civil y Comercial de la Nación prevé que la indemnización admite únicamente dos especies:

1. Patrimonial: si se afectan valores económicos o pecuniarios;

  • la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima;
  • el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención;
  • la pérdida de chances u oportunidad.

2. Extrapatrimonial: si los efectos alteran valores como consecuencias de daños morales por la violación de:

  • los derechos personalísimos de la víctima;
  • de su integridad personal;
  • su salud psicofísica;
  • sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida (art. 1738 CCyCN).

¿Por qué aplicar fórmulas matemáticas a la cuantificación del daño?

En pocas palabras, para que las partes puedan entender de qué manera los jueces llegan a las sumas que otorgan y, eventualmente, poder cuestionar las decisiones judiciales a partir de la discusión de elementos objetivos.

“El empleo de fórmulas importa una restricción a la arbitrariedad judicial. Una fórmula expresa un cálculo complejo con una claridad superior a otras posibilidades de expresión.

En este contexto, contribuye a la honestidad intelectual exigible en este campo. No se trata de una búsqueda irrazonable de precisión ni de un compromiso con método de cálculo alguno, impuesto por razones externas al derecho.

Al contrario, contribuye a una honestidad consistente en facilitar la refutación de las conclusiones que se sostienen y se consideran correctas”, explica el reconocido especialista en la materia, Hugo A. Acciarri.

Siguiendo al autor mencionado, el empleo de fórmulas matemáticas presenta al menos cuatro importantes ventajas:

  • Las fórmulas facilitan y logran precisión en la realización de cálculos complejos con variables interrelacionadas.
  • Las expresiones matemáticas para estos cálculos aumentan la seguridad jurídica y posibilitan que las partes tengan mayor información sobre sus derechos y logren más ágilmente acuerdos voluntarios, sin necesidad de acudir a un juez, para su determinación.
  • El lenguaje simbólico aporta claridad a la argumentación jurídica, posibilitando un mejor derecho de defensa (art. 18 de la Constitución Nacional).
  • Las expresiones matemáticas exteriorizan, para un mejor derecho de defensa, las dificultades probatorias típicas en la ponderación de estos cálculos, propias de la operación en sí misma y ajenas a las fórmulas que simplemente las ponen de manifiesto.

Si querés saber más en materia de derecho continuá leyendo nuestro blog para abogados.

 

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