El Abogado del Futuro: un nuevo profesional para un nuevo tiempo Los avances en la digitalización de los procesos en el sistema de Justicia, demanda el surgimiento de un nuevo tipo de profesional: el Abogado del Futuro.

La evolución es una constante en la vida personal y profesional, y la disciplina legal no escapa a esta realidad. El año 2020 nos ha recordado, incluso, que la velocidad de esa evolución puede ser, a veces, impredecible.

La nueva profesión

En medio de esta realidad, la rutina del abogado ha cambiado. Los avances en la digitalización de los procesos en el sistema de Justicia, a medida que progresa en su transformación digital, junto a la instalación urgente de las formas de trabajo y relacionamiento profesional a distancia, han modificado por completo la forma de organización del trabajo del abogado y cómo este puede y debe manejar su agenda.

El resultado de este avance de la tecnología aplicada es que al reorganizarse las tareas y disminuir o desaparecer la presencialidad, se produce un sensible aumento del tiempo que el profesional tiene disponible.

De toda esta convergencia de factores nace una “nueva profesión”, una que ya no puede ser abordada por los paradigmas clásicos y que demanda el surgimiento de un nuevo tipo de profesional: el Abogado del Futuro.

Perfil del Abogado del Futuro

Este nuevo profesional requiere de un nuevo mindset para desarrollarse con éxito en esta nueva realidad de trabajo. Un mindset donde la eficiencia es primordial, donde el profesional es dueño de su tiempo y donde las herramientas digitales y la tecnología en general son su arma natural de lucha diaria.

Legal Tech, el camino a seguir

Este nuevo profesional comprende el valor de lo nuevo, y del poder de la transformación digital aplicada a la disciplina legal, como camino para realizar su nueva visión de carrera. Es alguien que pone las soluciones digitales, como por ejemplo el software jurídico, a su servicio en las tareas repetitivas y no creativas de su rutina, logrando así volver a ser dueño de su propio tiempo para dedicarlo al pensamiento y a la acción estratégica, a estar presente para sus clientes y a volverse su socio de negocios.

La eficiencia es la clave

El Abogado del Futuro es un hombre o una mujer para quien la eficiencia de cada tarea es la clave para maximizar los resultados y minimizar las pérdidas, ya sean estas de tiempo o de recursos. Por ejemplo, reconoce y aprovecha el cambio de relación con los tribunales, que al pasar a una actividad más digital y remota evita las clásicas horas perdidas a diario en gestiones presenciales. Incluso la relación con el cliente se eficientiza y hace más ágil por medios electrónicos, acercándose más a cierto tipo de “ubicuidad virtual”.

Búsqueda de información y capacitación

Tiene plena consciencia de que no hay nada más valioso y productivo que la información exacta y la procura activamente. Pero se relaciona de modo diferente con los contenidos informativos, y sus herramientas de búsqueda no son las mismas que las de sus predecesores. Ya difícilmente considerará invertir 30 o 40 minutos en estar sentado leyendo un diario jurídico, pero sí consumirá la misma información en un soporte multimedia mientras realiza otra actividad, incluso personal, como ejercitarse en la cinta de correr. También valorará grandemente un motor de búsqueda poderoso que le permita encontrar la información que requiere rápidamente.

Su consumo de información legal es igual o mayor, pero los medios y soportes que mayormente necesita para encajar con su rutina son diferentes. Comprende que las herramientas de legal tech, le proporcionan la mejor forma para mantenerse al día con los temas de actualidad, en la manera dinámica que su nuevo perfil profesional requiere.

El crecimiento

El crecimiento es su meta y reconoce que la nueva profesión le ofrece tres ases, que, bien utilizados, le permitirán alcanzar esa meta: tecnología, información y tiempo.

Conclusión

El Abogado del Futuro está conectado, capacitado y presente en su profesión, no solamente enfrascado en desempeñarla, sino gozando de libertad para actuar, producir y decidir estratégicamente, a cada paso, la construcción de su propio futuro.