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28 de enero de 2021
Lifelong learning, la estrategia para ser un abogado exitoso
Lifelong learning, también conocido como formación permanente, es un concepto pedagógico antiguo, pero que hoy en día ganó relevancia por ser una forma de adaptación de los profesionales que quieren superarse. Con la actual recesión y la necesidad de adecuarse a las nuevas reglas del mundo globalizado se convirtió en una solución para los abogados también.
La dinámica actual nos demanda ser resilientes, adaptarnos, reinventarnos, adecuarnos, reformular nuestro concepto de servicio, de productividad y, fundamentalmente, realizar la transformación digital.
Pero todo esto requiere una mentalidad amplia que esté en constante aprendizaje. En este artículo te contamos todo sobre el lifelong learning y cómo influye en el mundo de los abogados.
¡Seguí leyendo y aprendiendo!
Qué es lifelong learning
Es el aprendizaje constante que realizamos de forma paralela y complementaria a nuestros estudios formales. Es una forma de definir el cúmulo de acciones realizadas para adquirir información independientemente del método o de la formalidad.
Podríamos definir también el lifelong learning como una actitud frente a la vida: ser un eterno aprendiz proactivo en la adquisición de conocimientos para mejorar nuestras competencias en todos los ámbitos del día a día.
El lifelong learning puede ser:
● curricular: cuando vamos a un centro de estudio con esta filosofía;
● selectivo: cuando nosotros elegimos cursos e instancias de capacitación;
● de formación empresarial: cuando nuestra empresa nos demanda esa necesidad y nos ofrece capacitación;
● personal: es cuando estudiamos por nuestra cuenta sin vincularnos a ninguna institución educativa;
● empírico: es el aprendizaje que obtenemos de nuestras experiencias.
● espontáneo: es el tipo de aprendizaje que surge de la curiosidad y no tiene un momento marcado para suceder.
A continuación, detallaremos cada una de estas modalidades para que descubras con cuál de ellas te identificás más.
Curricular
Para comenzar, este paradigma pedagógico no es nuevo, es un tema que se discute en la enseñanza formal desde la constitución de las naciones independientes en América Latina. Tanto es así que si investigás sobre el tema, vas a ver que la famosa frase de Sarmiento: “Hombre, Pueblo, Nación, Estado: todo está en los humildes bancos de la escuela” siempre es citada.
Posgrados, becas, cursos aislados, seminarios, conferencias, entre muchísimas variantes, ya hacen parte de la oferta curricular de las universidades.
Selectivo
Esta es la modalidad en la que, si bien continúa siendo curricular, no está enmarcada en un plan de estudios de una carrera, sino en la oferta de cursos para quienes quieran adecuar el estudio a sus tiempos. Cursos técnicos, actualización, carreras cortas, áreas complementarias, talleres, entre otras opciones conforman este segundo grupo.
De formación empresarial
En el mundo de los negocios han surgido muchas tendencias, como es el caso del legal design, que nació en los departamentos de compliance de las empresas y después se expandió para los estudios jurídicos.
Sin duda, debemos reconocer que las empresas le dieron protagonismo y jerarquizaron esta línea de pensamiento como un valor. El aprendizaje constante de nuestro equipo de trabajo es una ventaja competitiva.
Personal
Este es el modo conocido por todos los curiosos, intrépidos e innovadores que al no tener una oportunidad formal de adquirir conocimientos buscan todas las posibilidades que la tecnología les da: tutoriales, ebooks, post y videoclases.
Empírico
La experiencia es una gran maestra, pero no es la única. ¿Por qué decimos esto? Es por aquel viejo dicho que se le atribuye a Confucio: “existen 3 maneras de aprender: por la reflexión que es la más noble, por la imitación que es la más sencilla y por la experiencia que es la más amarga”.
Saber aprender de nuestros errores es una manera de formarnos permanentemente, pero esto no significa que sea necesario buscar el error para aumentar el conocimiento: ¡podemos también aprender de los aciertos! Hoy en día, existen muchas herramientas digitales que nos permiten adquirir experiencia sin que tenga que ser, necesariamente, un trago amargo.
Espontáneo
Este tipo de formación tiene que ver con el perfil del eterno aprendiz, quien tiene ese espíritu puede transformar cualquier momento en una instancia de capacitación. Estos momentos formativos son causados por la atención y la predisposición del receptor, más que por la proactividad del emisor para enseñarnos algo.
Por qué el lifelong learning es importante para un abogado
Por el simple hecho de que el universo jurídico está en constante cambio. Estos días, más que nunca, fuimos testigos de la velocidad en la que se formaron lagunas legales en esta nueva normalidad.
Si ya era difícil enmarcar las monedas digitales que no responden a ningún banco central, los derechos autorales en un territorio virtual difuso y de difícil fiscalización, entre tantos otros conflictos de intereses, ¿qué podemos decir de la actualidad en la que todos los países tienen que hacer malabarismos fiscales y, al mismo tiempo, realizar una vacunación en masa?
Toda esta experiencia sirvió para entender la importancia de un estado de derecho fuerte y confiable para poder mantener la estabilidad social y económica, y para eso son necesarios abogados actualizados. Por suerte, la digitalización también transformó la práctica jurídica y nos ayuda a afrontar este desafío.
Eternos estudiantes
La formación permanente ya no es una necesidad específica de un área determinada, sino un paradigma fundamental para estar actualizados y alfabetizarnos digitalmente potenciando, de esa forma, nuestra productividad. El lifelong learning extrapola el ámbito académico para volverse una necesidad económica.
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